27 abr 2009

Para no olvidar

Tu corazón es un cuchillo para herir otros corazones.
Tienes poder entre tus manos
y las lágrimas que llevan tu nombre.

A veces siento ganas de morir
o de matar, es lo mismo,
lloro debajo de las puertas.

Tengo miedo de ser como los ciegos
miedo de romper los cristales y derribar la noche.
Cristales para mis ojos y para mis manos,
cristales para la comida,
cristales para burlarte de mí hasta el amanecer.

Un día dijiste que no podías más,
tomaste las pastillitas del frasco.
Debiste morir.

Dios también se equivoca.

2 comentarios:

Herberth Cea dijo...

El poema está bien. Y aún no lo he leído, lo leeré con detenimiento cuando tenga más tiempo. Que bien por tu regreso a los blogs posteá más.

Luz verde dijo...

mmm entiendo que no omprendo...pero me gusto... en q te inspiraste??